Lo que los activistas del clima aún no han aprendido

(This is a Spanish translation, by Ulises Eneastro, of Eric Schechter’s “What climate activists still haven’t learned.” Esta es una traducción al español, por Ulises Eneastro; El inglés original está disponible en este enlace.)

Los activistas del clima se han vuelto más radicales últimamente, pero aún no son lo suficientemente radicales. Hay dos umbrales cruciales que deben cruzar, y aún no se han cruzado:

  • El peligro es mucho peor de lo que han reconocido. Simplemente están proclamando que la vida en la Tierra se está volviendo más difícil, cuando en realiudad los cambios matarán a millones de personas y destruirán una cuarta parte de la economía para fines de siglo. Pero yo espero hambrunas para el año 2030 y la extinción de toda la vida en la Tierra para el año 2040.
  • Los remedios que debemos intentar son mucho más grandes de lo que han reconocido. Proponen reorganizar nuestra economía en la escala de la Segunda Guerra Mundial, pero estoy convencido de que no es suficiente. Tendremos que acabar con el capitalismo, pero incluso eso no es suficiente. “Imagina que no hay posesiones – Me pregunto si puedes “, cantó John Lennon hace medio siglo.

climate cliffEl Acantilado Climático

En principio debemos tomar dimensión respecto a cuan grande es el peligro. Los activistas del clima están extrapolando linealmente de la tasa actual de destrucción (de los ecosistemas, de la atmósfera terrestre, de los recursos naturales, etc.). Ese enfoque pasa por alto los puntos de inflexión y no muestra comprensión alguna de cómo los bucles de realimentación causan una aceleración exponencial. La pistola de clatrato ya ha comenzado a disparar, es decir, se está liberando el metano congelado en el Ártico. El ecosistema es interdependiente y se vuelve frágil a medida que pierde diversidad; por lo tanto, puede colapsar tan abruptamente como una casa de naipes golpeada por una ráfaga de viento. Y vale mencionar que NO hay economía en un planeta muerto.

Ahora, con respecto al capitalismo: las personas que bloquean la legislación sobre el clima no lo hacen solamente porque son estúpidas y estan locas. También lo están haciendo porque se les paga para que lo hagan. Las compañías petroleras les pagan, quienes también deben competir entre sí para obtener altas ganancias.

Y no es simplemente porque las compañías petroleras están dirigidas por personas malvadas (aunque lo estan). Si alguno de los ejecutivos petroleros defendiera el ecosistema, sería despedido y reemplazado de inmediato. Por lo tanto, por “selección natural” bajo el capitalismo, la clase dominante evoluciona hacia ser dirigida por personas interesadas solo en obtener ganancias a corto plazo. Esto es lo que Upton Sinclair anunció: “¡Es difícil lograr que un hombre entienda algo, cuando su salario depende de que no lo comprenda!”

El capitalismo es mencionado en ninguno de los sitios web ni en la literatura general de los activistas del clima. No se habla del capitalismo en Extintion Rebellion (XR), ni en School Strike, y ciertamente no en 350.org.

Bill McKibben estuvo cerca de verlo. Alineó todos los números y mostró que para salvar la vida de nuestro planeta tal como la conocemos, las compañías petroleras tendrían que dejar la mayoría de sus hidrocarburos en la tierra. McKibben parece culpar a las compañías petroleras por no hacer eso. Simplemente no puede pasar hacia el paso final del razonamiento: el darse cuenta de que en nuestro sistema económico actual una empresa no puede alejarse voluntariamente de la mayoría de sus activos.

Naomi Klein perdió el punto, y eso me sorprendió. Su libro anterior, La Doctrina del Choque, mostraba lo cruel que puede ser el capitalismo. Entonces, cuando escribió un libro titulado “Esto lo cambia todo: el Capitalismo versus el Clima“, estaba en una posición perfecta para explicar cómo el capitalismo es inherentemente ecocida, de formas imposibles de arreglar a través del reformismo. Esto se puede demostrar con un simple análisis del capitalismo.*  Pero en vez de eso, Klein simplemente se limitó a describir algunos de los síntomas superficiales del capitalismo y recomendó una reforma para paliarlos.

(*Aquí está el análisis simple: la “eficiencia” a menudo alabada por el mercado solo se aplica a los costos medidos. Cada transacción de mercado tiene enormes efectos secundarios no medidos, pagados por la comunidad y el medio ambiente en lugar de por el comprador o el vendedor. Estos se denominan ” “costos externos” o “externalidades”; búsquelo. Los estudios han demostrado que ninguna corporación sería rentable si tuviera que pagar por sus externalidades. Las externalidades incluyen guerra, pobreza y ecocidio.)

Los idiotas ejecutivos de las corporaciones no pueden verlo, porque cada uno está en una posición de “si quiero mantener mi costoso hogar, solo tengo que preocuparme por hacer dinero rápido ahora mismo; Dejaré que otros se preocupen por salvar el ecosistema“. Así es como funciona el capitalismo.

No existe “la reforma del capitalismo”; inevitablemente debe ser destruido. El dinero ES influencia, y siempre encontrará una forma de evadir por cualquier medio cualquier legislación que intente mantenerlo fuera de la política. Estamos gobernados por los ricos, como Gilens y Page demostraron estadísticamente en 2014 [https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/04/140421_economia_eeuu_oligarquia_politica_ng]. La única manera de acabar con el gobierno de la clase adinerada es NO TENER una clase adinerada, y eso requiere un sistema económico muy diferente. De hecho, el comercio aumenta la desigualdad, al favorecer al comerciante que ya estaba en la posición más fuerte al momento de negociar. Por lo tanto, la única forma de no tener una clase rica es terminar el comercio – es decir, el compartir todo. Eso significa resumir algunos aspectos de la vida del cazador-recolector, si no todos, es decir, corregir un giro incorrecto que hicimos hace 10.000 años. Eso es un cambio enorme. Pero si no hacemos eso, vamos a extinguirnos, un cambio aún mayor.

El primer paso es conseguir que más personas hablen de ello.

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Eric Schechter es un matemático estadounidense retirado de la Universidad de Vanderbilt con el título de Profesor Emérito. Sus especialidades son análisis y lógica matemática. Schechter es conocido por su libro Cuaderno de Análisis y sus Fundamentos, que provee perspectivas novedosas en el análisis matemático y temas relacionados para graduados. También es el autor del libro Lógicas Clásicas y No Clásicas: una introducción a la matemática de las proposiciones, parte del cual se encuentra disponible en este enlace.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en este enlace. Traducido con autorización y completado por Ulises Eneastro.

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